Ella caminaba por aquellas calles opacas y húmedas. Sus ropas no calmaban la constante tembladera de sus músculos que filtraban todo el frío de aquel lugar. Mantenía la mirada al frente y el gesto serio para que nadie sienta pena por ella. Ella andaba sola en ese extraño pueblo. Sus pies solo seguían el ritmo…
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